Fibrosis Quística | Testimonio de M.J.V.
 

Gracias a la biodecodificación logré entender porque me había enfermado.  Entender como a través de una situación de stress el cuerpo reacciona en base a  nuestra mente, y el mensaje que nuestro inconsciente le manda. Entendí, como es que reaccionamos frente a cada situación. Y ver a la enfermedad como la fase reparadora luego de un momento de alto stress. Con la biodecodificación logré analizar y ver en forma clara determinadas situaciones, sin culpar, sin juzgar. Cambiando de punto de vista. Al estar uno enfermo se justifica, o al menos pareciera estar justificado socialmente de un montón de situaciones. En cada enfermedad, de alguna manera o de otra uno obtiene un beneficio; siempre hay un beneficio oculto.  Me ayudó a ver en que momento de mi vida me enfermé,  como; y  entender porque habían sido los pulmones y no otro órganos del cuerpo. Me ayudó a replantear  mi situación dentro de mi entorno familiar. La posición que yo ocupo dentro de ella, mi rol, mi forma de vincularme con mi familia y también con mis amigos y conocidos. Especialmente la relación con mi mamá y mi hermana y cómo la muerte de mi papá había dejado un vacio en cada una de nosotras. 

El día en que me llamaron por teléfono para el trasplante yo estaba convencida que de alguna forma o de otra yo no soportaba más el uso de una mochila de óxigeno. Ya no me traía ningún beneficio estar acarreando un tubo las 24 hs del día. Sabía que eso se iba a terminar. Ya no lo quería más. Necesitaba volver a mi vida normal. A no depender de ningún aparato.  El día que realmente no lo necesitara más lo iba a  dejar. Y ese fue el día.  Yo quería viajar y tener vacaciones. Otro verano en BA no iba a soportar. Tenía un viaje por delante con pasaje en mano comprado. En julio de 2014, había comprado un pasaje a México para la boda de mi prima. Yo quería estar y no me lo iba a perder. Saque el pasaje estando con oxigeno. y recuerdo haberles contado a mis  amigas que ya tenía pasaje y todas me miraron sin decir demasiado. De hecho me decían que no me ilusioanara con viajar y que tuviera en cuenta que cancelar / perder el vuelo iba a ser una 

opción.  Pero en mi interior yo sabía que iba a volar y que iba a estar en ese casamiento, yo ya a había decretado que iba a estar. 

Cuando me trasplante, un día antes de que me dieran el alta, tuve una discusión con mi mamá. Al rato levanté fiebre. Yo entendí que esa fiebre no correspondía a ninguna infección simplemente que había sido por la situación de stress y bronca que había pasado horas antes. Los médicos nunca supieron decirme a que se debía. Entendí que  las cosas suceden cuando no hay ambigüedad en los pensamientos. Que las cosas se dan cuando la mente manda el mensaje. Que el mensaje tiene que ser cierto. Entendí que uno está en la posición en donde quiere estar.  Que si realmente querés algo lo tenés. 

La biodecodificación, me enseñó a conocerme, saber que no hay limitaciones. Me dio fuerza, confianza.  Ver las cosas desde otro punto de vista, relacionarme con mi entorno. No juzgar. Me dió paz y tranquilidad. Entendí que la herencia y genética nada tiene que ver. Veo a la enfermedad como la fase reparadora. 

Al principio yo no sabía si quería trasplantarme o no, no estaba segura de los que quería. Veía al trasplante como una imposibilidad, como una complicación más. La situación se había agravado y ya no había nada más  por hacer. Lo único que quedaba era un trasplante con todas las complicaciones y dificultades que ello  puede llevar. Una amiga me recomendó la biodecodificación y yo sin ni siquiera saber o tener  una idea mínima acepte. 

Antes de empezar con la biodecodificación tuve varias internaciones. En promedio eran 21 días de internaciones continuos con  intervalos de 10 días, un mes, mes y medio y en el mejor de los casos 2 meses. Desde que empecé a decodificacar, tuve solo una internación antes del trasplante en el último año, anterior al trasplante. Fue un cambio radical los dos años. La única internación que tuve, (además de la del trasplante) fue en marzo. Cuando me fui con mis amigas a una despedida de soltera en Mar del plata. Allí logre organizar todo para poder irme  unos días. La vuelta fue tensionante, porque además del agotamiento físico, manejé 300 km con muchísima lluvia. 

Obviamente al día siguiente después de haber vuelto me sentí cansada y agotada. Pero yo lo relacioné con que había pasado por momentos de alta tensión. Mucha gente estaba pendiente de cómo yo me sintiera. Y no sabían si iba a poder hacerlo. Finalmente puede ir y volver, pero después de ese pico de stress me tuvieron q internar unos días. La recuperación después del traslplante fue realmente exitosa. Estuve solamente 12 días internada. Y podrían haber sido menos si no hubiese discutido con mamá y no hubiese tenido esas líneas de fiebre. Nunca lograron detectar porque había tenido fiebre. Yo le expliqué que era porque había discutido con mamá; nose si me creyeron o no. Todos estaban muy contentos con la intervención y la evolución post trasplante. Desde el día de la cirugía hasta ahora no tuve que volver a internarme  y no tuve complicación alguna.